QUE HAY MÁS ALLÁ DE LA MUERTE?
En una operación de cesárea en la que se produjo la muerte clínica, una vez convencida de la necesidad de reintegrarse a su cuerpo, comentaba: “Noté como una fuerza que me empujaba o, mejor dicho, me tiraba hacia abajo.
Y luego oí un ruido fuerte, como una ventana que se cerraba o como la tapa de una caja. Mi cuerpo, probablemente, que volvía a cerrarse en torno a mí”. Más adelante, afirma: “Yo he visto mi propia cuerda de plata, una vez me la enseñaron cuando me encontraba fuera de mí, y la vi como se volvía azul, luego gris y cada vez más delgada.
Entonces, el guía que me acompañaba me empujó hacia abajo, para volver en mí y que el contacto no se rompiese. ¿Se da cuenta? En el fondo no hay ningún peligro.
Si la muerte no tiene que suceder, nadie puede cortar el contacto. Los que mueren es porque ha llegado su momento”. “Esta nube _que algunos podemos distinguir_ es lo que se llama el cuerpo etéreo, lo que lo tiene todo junto, alma y cuerpo, lo que hace posible la existencia psicosomática…
Es la misma materia que los físicos describen como uniendo entre sí los átomos y las moléculas, lo que antes se llamaba el vacío. Tal vacío no existe, está compensado por algo, por esta eternidad física y material”.
Pero este aura o cuerpo etéreo no sigue al alma después de su peregrinación, se diluye en el aire, como un gas, y debe desaparecer, puesto que su misión de unir alma y cuerpo ha terminado.
La sensitiva y médium Concetta Bertoldi comenta a su vez, que los guías espirituales son seres que han pasado por numerosas vidas en este mundo. La mayoría siguen reencarnándose, aunque algunos han evolucionado más allá del proceso de reencarnación; se han apeado de lo que los hindúes denominan “la rueda de la vida”.
Define al Más Allá más bien como un estado o condición, las cosas tienen una calidad completamente diferente, todo allí es perdón, amor.
Tiene muchas características que pueden parecer tangibles, solo que más puras, bellas y vibrantes, incluso más reales que lo que aquí conocemos por realidad. Allí nos movemos en una mezcla entre flotar, andar y volar a la vez, es como gravitar hacia la luz.
Recordamos cada instante de nuestro pasado con todo detalle. Contemplamos y comprendemos todas las consecuencias de las acciones e interacciones con todos aquellos con los que nos hemos encontrado. Y por fin entendemos cuál ha sido nuestro objetivo en esta vida.